viernes, 28 de junio de 2013

¡Qué miedo da esta lista de ingredientes!


Una lista de ingredientes repleta de sustancias químicas, o de químicos, que dicen algunos (que viene a ser como llamar pintores a los botes de pintura, digo yo).

Algunos de estos "químicos" son preocupantes:

- E-296: se trata de un aditivo utilizado como conservante, sospechoso de ser perjudicial o nocivo.
- Ácido palmítico: es el principal ácido graso saturado presente en los alimentos de origen animal. Diferentes investigaciones han arrojado que incrementa los niveles de colesterol total y LDL.
- E-570: un ácido graso utilizado como estabilizante, sospechoso de ser perjudicial o nocivo.
- Ácido linoleico: distintas variantes de esta sustancia se utilizan en productos adelgazantes; alteran el correcto funcionamiento del hígado.
- Ácido oxálico: aparece en listas de aditivos cancerígenos. En dosis altas produce muchos trastornos, como dolor abdominal y de garganta, vómitos, convulsiones, problemas renales...
- Ácido salicílico: utilizado como conservante, su relativa toxicidad y el riesgo de acumulación, ya que se excreta lentamente, hace que actualmente esté prohibido en casi todo el mundo, España incluido.
- Purinas: este aditivo se descompone formando el ácido úrico, la causa principal de la gota.
- Sodio: su exceso tiene conocidas consecuencias que van desde la hipertensión, los problemas cardiovasculares, edemas (retención de líquidos e inflamaciones) hasta los cálculos.
- Hierro: su exceso (hemocromatosis) puede causar, entre otras complicaciones, cirrosis y cáncer hepático.
- Zinc: una dosis anormalmente elevada provoca náuseas, vómitos y fiebre.
- Fósforo: este aditivo se ha relacionado con un incremento en la mortalidad cardiovascular en pacientes con insuficiencia renal.
- Colorantes: se trata de un grupo heterogéneo de aditivos, algunos de ellos con efectos negativos sobre la salud. De cualquier manera, conviene tener presente que son un aditivo inútil ya que a menudo sólo pretenden hacernos creer que el alimento es mejor de lo que parece en realidad.

¿Qué, cómo se os ha quedado el cuerpo? Supongo que para estas alturas habréis llegado a la conclusión de que el alimento cuya composición viene detallada en el listado de la imagen con la que abro esta entrada tiene muy poco de natural y que conviene no consumirlo, o como mucho permitírselo de manera esporádica. Es el momento de poner la imagen completa, la que viene con la foto del producto en cuestión:

(Vía)

jueves, 27 de junio de 2013

Kirobo, el robot astronauta que flota en gravedad cero

El próximo 4 de agosto va a partir desde el Centro Espacial Tagenashima hacia la Estación Espacial Internacional un astronauta muy especial. Se trata de Kirobo, el robot japonés que se ha hecho astronauta "porque le gusta el espacio". Además su sueño es "crear un mundo en que robots y humanos puedan convivir". Cuando llegue a su destino realizará experimentos conversacionales con el comandante Wakata.

"Un pequeño paso para mí pero un paso de gigante para la robotidad".
¡Qué mono!

 
(Fuente)

martes, 25 de junio de 2013

Predator X, el reptil marino más terrorífico

En 2006 se encontró en una isla del Ártico el fósil de un reptil marino de 15 metros y (cuando estaba vivo) 45 toneladas. Se trata del reptil marino más poderoso que se ha descubierto, con un cráneo doble que el del tiranosaurio rex. Ahí va una imagen que lo compara con una persona de 1,80 m y un fragmento de un documental de la BBC con la voz del gran David Attenborough:


(Vía)

viernes, 21 de junio de 2013

Respuestas fin de curso, esto es lo que hay

Recién terminado el curso, un breve muestrario de lo que he ido encontrando en los últimos exámenes. Que quede claro que la mayoría de las respuestas no son como estas. De todas formas, y que conste en acta, una vez más, mea culpa.

- Un xenotransplante es un transplante entre personas de distinta especie.
- Alumbramiento: cuando va a nacer el niño, que mientras tanto su padre tiene contracciones, dilataciones, etc.
- Una célula procariota es la que tiene los dos sexos.
- La fecundación en las plantas consiste en que el animal fecunda la planta echando dentro los óvulos.
- Una angiosperma no necesita ser regada para que crezca.
- Características de los vertebrados: comen hojas, no atacan y se reproducen.
- Características de los vertebrados: pueden saltar, pueden cambiar de dirección, responden muy rápido.
- P: ¿Qué lugares ocupa la biosfera? R: La biosfera ocupa el primero y el segundo lugar.
- Los factores ambientales son animales que están sueltos por ahí.
- La reproducción asexual consiste en reproducirse sin tener contacto con el otro.
- Una disolución diluida es una descomposición tranquila.
- La promiscuidad es un método anticonceptivo.
- La promiscuidad es algo que sucede antes de tiempo.
- La flora intestinal es el intestino de una flor.
- P: ¿Qué es una sustancia? R: Los líquidos de los científicos.
- El cinturón de asteroides está en el centro de la Tierra.
- Un año luz es que el Sol se esconde y hay en una mitad sombra y en la otra luz.
- El sistema geocéntrico consiste en elaborar el producto.
- El elemento más abundante en la corteza terrestre es el solsticio lunar.
- En un eclipse de Luna el Sol interviene entre la Tierra y la Luna.
- P: ¿Por qué no hay eclipses de Luna todos los meses? R: Porque febrero tiene 28 días.

¡Felices vacaciones! Y para los colegas:



martes, 18 de junio de 2013

Crea tu propio negocio de vodka homeopático

Un chollo para emprendedores, ahora que la cosa está complicada. Atentos a esta página que encuentro en la página de Facebook de ARP-SAPC. Ahí va una captura:


Esta es su tarjeta de presentación:

"El vodka homeopático fue inventado hace unos 850 años en Polonia, pero los inventores no pudieron saberlo hasta 650 años más tarde, en 1796, cuando Samuel Hahnemann inventó1 la homeopatía.
A finales del siglo XII, después de destilar el vodka, se lavaban los alambiques con agua fresca antes de comenzar de nuevo el proceso. Desgraciadamente, los productores descartaban el agua residual. Si hubieran podido conocer la posterior invención de Hahnemann, las destilerías habrían diluido el agua de la limpieza repetidas veces, la habrían sucusionado convenientemente y habrían proporcionado el vodka más puro y potente ¡hace 850 años!
Por desgracia, el mundo no fue capaz de disfrutar ni entender los beneficios2 del vodka homeopático hasta que perfeccionamos el proceso en 1992. Desde entonces, nuestro equipo de doctores3 ha analizado casi todas las fuentes de agua dulce del mundo y, por tanto usted -si vive en un área que recibe agua no procedente de la desalación- puede disfrutar del vodka homeopático económicamente y sin apenas esfuerzo".

Y es que tan altruista página nos da indicaciones de cómo fabricar, de forma totalmente legal, nuestro propio vodka homeopático con el que sorprender a nuestras amistades, e incluso nos ofrece un documento PDF con el que imprimir las etiquetas para embotellarlo elegantemente:


Una página deliciosa, con su FAQ -desternillante-, con su About, con su Contact... y con sus Testimonials, como estos:

"Me gustaría poder decir: el mejor invento desde la rebanada de pan, pero, como el vodka homeopático ha estado entre nosotros desde la creación de la Tierra hace 6.000 años, es el mejor invento de todos los tiempos".
"¡Por fin alguien que entiende de qué hablaba Samuel Hahnemann! Esto sin duda silenciará a todos sus críticos. Levanto mi copa por ustedes".
"Nada mejor que el vodka homeopático para saciar la sed y ponerte de buen humor. Muchas gracias por todo lo que han hecho por el género femenino".

1. Sí, inventó. Dado que la homeopatía no es en realidad un descubrimiento, el término más adecuado es 'invento'. Más correcto sería 'ficticio' o 'imaginario', pero no queda tan científico.
2. Cura la sed. Solo ligeramente tóxico. Puede ser mortal si se consume en grandes cantidades. Si se inhala es mortal. Se ha utilizado en variadas formas de tortura.
3. No son doctores de verdad, sino simplemente homeópatas y naturópatas.

sábado, 15 de junio de 2013

La nariz de Charles Darwin...

... y otras historias de la neurociencia. Ese es el curioso título del último libro de José Ramón Alonso, recién salido del horno.


Un libro muy agradable de leer, uno de esos que si fuera un menú sería un menú largo y estrecho, pero de los buenos. A lo largo de sus 36 capítulos nos encontramos con 36 historias -casi todas ellas con un protagonista humano- que aparentemente nada tienen que ver la una con la otra, salvo por el detalle de que todas giran en torno a sucesos que nos han ido permitiendo conocer poco a poco el software del cerebro, la herramienta con la que tratamos de averiguar qué hay fuera de nosotros (si es que hay algo, con permiso de Platón) y qué puñetas somos cuando miramos en nuestro interior.
Una delicia, como digo, pues en sus algo menos de cuatrocientas páginas nos encontramos con personas que están convencidas de que han muerto (padecen el síndrome de Cotard) y que incluso se están descomponiendo; la modestia y el rigor que ponía Aloysius Alzheimer en su trabajo sobre la terrible enfermedad que lleva su nombre, la relación que hay entre la enfermedad de las vacas locas y el canibalismo ritual que hasta hace no mucho tiempo se practicaba en Nueva Guinea; la historia del hombre que despertó tras diecinueve años en coma; algunos trucos que te ofrece la neurociencia si quieres enamorar a quien te ha enamorado; cómo Otto Loewi descubrió la transmisión química de los impulsos nerviosos gracias a un sueño que no lograba atrapar; las ventajas del altruismo...
Con un estilo claro y no exento de humor, Alonso nos guía por algunos de los episodios de la investigación de la mente humana y su soporte orgánico, el cerebro, del que dice en la presentación:

"En él residen nuestro pasado, nuestra memoria, nuestro presente, nuestra personalidad, ideas y sentimientos, y nuestro futuro, nuestros proyectos, nuestros objetivos, nuestros sueños..."

Divulgación científica de calidad que consiguió el Premio Prisma de los Museos Científicos Coruñeses al mejor libro de divulgación científica el año 2011.

La nariz de Charles Darwin y otras historias de la neurociencia
Autor: José Ramón Alonso
Editorial Almuzara, Córdoba 2013
ISBN: 978-84-15139-85-0

miércoles, 12 de junio de 2013

Un protón puede ¡con una bombona de butano!

Junto a la bombona hay un protón, pero a esta escala  se ve bastante  mal.
Un ejercicio del libro de texto que utilizamos en 3º de ESO propone calcular la fuerza de repulsión entre los dos protones del núcleo de helio, con el dato de que la distancia entre ellos es de 10-15 m.
La fuerza que se establece entre dos cargas eléctricas se calcula con la ley de Coulomb, que se expresa matemáticamente


Manos a la obra. La constante que hay que aplicar es la del vacío, 9 · 109 Nm2C-2, y la carga de cada protón es de 1,67 · 10-19 C, con lo que resulta que la fuerza que cada protón ejerce sobre su colega en el átomo de helio es de...

¡230 N!

Ah, que así esa cifra no te dice nada... entiendo. Salvo si has leído Ciencia para Nicolás, donde en uno de los capítulos cuento lo importante y sencillo que es conocer las unidades. El newton (N), la unidad de fuerza en el Sistema Internacional, se define como la fuerza que proporciona una aceleración de 1 m/s2 a un cuerpo de 1 kg. Así que podrías ponerte a acelerar a un metro por segundo cada segundo un paquete de azúcar de kilo para hacerte una idea de cuánto es un newton, pero además de engorroso te iba a resultar complicado medir la aceleración.
Hay una manera mucho más sencilla de visualizar un newton y consiste en aprovechar el tirón gravitatorio terrestre. El peso de un cuerpo es la fuerza con que la Tierra tira de él en dirección vertical hacia el centro del planeta con una aceleración de 9,8 m/s2. Por tanto, el peso de un cuerpo de 1 kg es 9,8 N. ¿Qué masa tendrá un cuerpo que pese 1 N? Si despejamos dividiendo entre la aceleración de la gravedad obtenemos que esa masa es de 0,102 kg. Cuando quieras sentir una fuerza de 1 N pon en tu mano una mandarina mediana: su peso es de aproximadamente ese valor.
Volvamos a la fuerza de repulsión entre los dos protones que hemos calculado en 230 N. Es el peso de un cuerpo de 23,5 kg, el peso aproximado de una bombona de butano -llena- como la de la imagen. Por tanto, en el núcleo de helio (donde hay dos protones), la fuerza de repulsión que hace un protón sobre el otro puede con una bombona de butano.

No te vayas aún, que hay cosas que aclarar:
· Que en realidad hace falta un poco más de fuerza (250 N) para levantar una bombona de butano llena, puesto que su masa es de 25,5 kg. Pero me parecía un objeto reconocible y de una magnitud similar a la fuerza que hemos calculado, así que seguro que lo disculpas.
· Que evidentemente una partícula subatómica como un protón no puede interactuar con una bombona de butano con un efecto macroscópico, pero si obviamos la aclaración anterior la fuerza que experimenta el protón protagonista es suficiente para levantar una bombona de butano, que es de lo que se trata.
· Que el efecto iba a ser de muy corto alcance. Aun asumiendo que la fuerza con que es repelido el protón podría levantar la bombona, iba a hacerlo muy poquito. La distancia inicial es de 10-15 m y la fuerza se desvanece en relación inversa al cuadrado de la distancia, así que cuando se haya "alejado" diez veces la distancia será de 10-14 m, la centésima parte de la billónesima de un metro y la fuerza valdrá entonces cien veces menos, 2,3 N, muy por debajo de la necesaria para seguir levantando la bombona.
· Finalmente, aclararte -aunque es posible que no lo necesites-que los protones permanecen casi todo el tiempo establemente unidos en el núcleo (a veces hay desintegraciones radiactivas) gracias a la interacción nuclear fuerte, unas 60 veces más intensa que la interacción electromagnética causante de la fuerza con la que hemos estado jugando en esta entrada. Si he conseguido picar tu curiosidad sobre las interacciones entre las partículas, puedes empezar echando un vistazo al artículo de la Wikipedia.

lunes, 10 de junio de 2013

Una vaca digna del profesor Franz de Copenhague

En realidad, en PopSci, donde me encuentro este aparato encantador, dicen que es una máquina de Rube Goldberg, pero yo que crecí leyendo el TBO y sus grandes inventos lo voy a españolizar diciendo que es un invento del profesor Franz de Copenhague. Para los que no lo conocisteis, que sois muchos, ahí va uno de ellos:


Desde luego la vaca de marquetería del vídeo no es obra del profesor Franz, que ya pasó a la historia junto con aquel fantástico TBO, sino de la Universidad de California. Ahí va todo un tubo digestivo de juguete con sus cuatro estómagos, sus intestinos y con un esfínter anal que hace cacas "de verdad". Detalle: fijaos en la doble presencia de la pelotita en la boca. Es que la vaca es un rumiante, claro.

martes, 4 de junio de 2013

La gallina y otros monstruos

Hasta el Neolítico toda la biodiversidad era natural. Pero hace unos 10.000 años, en Oriente Medio y en los valles del Yangtsé y del río Amarillo en la China actual, los seres humanos abandonaron por primera vez su condición de cazadores y recolectores para transformarse en productores. Por aquel entonces desarrollaron unas tecnologías llamadas agricultura y ganadería que iban a cambiar la faz de la Tierra para siempre.
Desde entonces, después de 3.800 millones de años de evolución biológica por selección natural algunas especies se ven sometidas a una selección alternativa, la selección artificial: los seres humanos van a dedicar a la reproducción aquellos ejemplares que presentan las características que consideran más interesantes. Sin tener ni idea de ello, seleccionan genotipos en función de sus fenotipos. Comienza la "fabricación" de monstruos como este:


Una máquina de poner huevos: ¡320 al año!, cuando la especie silvestre, oriunda del subcontinente indio, pone entre cuatro y nueve huevos por puesta, para luego incubarlos amorosamente durante tres semanas y ya más tarde dedicarse a cuidar como buena mamá de sus polluelos.
Otro ser monstruoso, la vaca lechera:


Parece un animal normal y corriente, pero de eso nada: es una factoría orgánica especializada en la producción de leche: un ejemplar llamado Ubre Blanca vertió al exterior en 305 días nada menos que 24.268,9 litros de leche, unas cincuenta veces su propio peso y desde luego más leche que la que necesitaría un ternerito para hacerse un toro fuerte y sano.
También hemos creado monstruos vegetales, como esta planta absolutamente dependiente:


El maíz, con su mazorca aberrante porque de ella no hay manera que se suelten las semillas, cuando uno de sus objetivos, además de atesorar un embrión en su interior, es dispersarse. Sin la ayuda humana en la siembra el maíz se extinguiría en un pispás: aunque las mazorcas caigan al suelo y algunos granos logren brotar, las plantitas nacen débiles y mueren casi sin remedio por simple competencia. Un ser tan diferente de la versión silvestre, el teosinte, que este solo pudo encontrarse a partir de análisis genéticos.
Y, por poner un último ejemplo, también hemos creado monstruos microscópicos:


Como la E. coli recombinante a la que se le ha insertado el gen de la insulina humana. Un ser muy alejado evolutivamente de nuestra especie al que le hemos obligado a sintetizar una proteína que hasta hace muy poco solo era producida por los páncreas humanos. Que sintetiza una proteína que no le hace ni puñetera falta simplemente porque nos conviene. Este minúsculo ser que mejora y salva la vida de millones de personas afectadas por la diabetes es, no sé si caéis en ello, un organismo genéticamente modificado. Si su célula fuera eucariota le llamaríamos transgénico.

Como suelo decir en mis clases, tratad de pensar un poquito, y hacedlo sin dejar que lo hagan otros por vosotros. Cuando oigáis que los organismos a los que se les insertan genes de otras especies (bajo los nombres de transgénicos o de organismos modificados genéticamente) son todos un peligro peligrosísimo, pensad en el último ejemplo. Cuando oigáis hablar de agricultura y ganadería ecológica, o natural, preguntaros qué tienen de natural esas técnicas productivas, o los seres que con ellas hemos creado después de milenios de seleccionar los ejemplares que más nos convenían, y que no durarían un suspiro en plena naturaleza. Por muy naturales que os los pinten.

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